Los encubridores de Ibáñez
Con una mayoría de abstenciones y votos en contra, 48 diputados lograron salvar a su colega colorado José María Ibáñez, quien admitió haber robado en el escándalo “caseros de oro”. Se necesitaban 53 votos para desaforarlo, pero la mayoría se abstuvo.
De esta manera, Ibáñez quedó “blanqueado” por segunda vez, ya que la primera fue por la justicia. Se necesitaban 53 votos para lograr la pérdida de investidura, pero solo se lograron 27. Hubo 6 en contra (incluyendo al propio Ibáñez) y, lo destacable, fue que 42 se abstuvieron de votar, es decir, se lavaron las manos, favoreciéndolo de forma sutil ya que el voto en blanco tiene casi el mismo sentido que el voto en contra.
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